Hoy miércoles 21 de septiembre conocimos la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de incrementar la tasa de fondos federales—la tasa de política monetaria de ese país—en 75 puntos básicos, llevándola hasta el rango de 3% a 3,25%. Hasta ayer, la Fed ya había incrementado su tasa de política cuatro veces este año. En sus reuniones de junio y julio, incrementó su tasa en 75 puntos básicos, magnitudes no vistas desde 1994. En mi opinión, no sería extraño que terminemos en diciembre con la tasa en el rango de 4,25% a 4,5%.
La razón detrás de estas alzas es una sola: la inflación, especialmente la subyacente, que en agosto subió 0,6%, llegando a 6,3% interanual (0,4 puntos más alta que el registro de julio). De hecho, antes del anuncio de la Fed la tasa del bono del Tesoro a un año había superado el 4% y el de dos años estaba muy cerca, niveles que no veíamos desde 2007. Esto es bueno para quienes quieran invertir en renta fija. Las expectativas de mayor inflación por parte del mercado también se hicieron notar en las tasas de los bonos del Tesoro que se reajustan por inflación: las de cinco y diez años estaban en el rango de 1,2% a 1,3%. Por otro lado, para quienes invierten en acciones estas mayores tasas los obligarán a posicionarse con más cuidado.
La Reserva Federal no es el único banco central lidiando con problemas de inflación. En Europa, Suecia anunció un alza en su tasa de política monetaria de 100 puntos básicos ayer martes, su mayor alza desde 1992, llevándola a 1,75%. La meta de inflación en ese país es de 2% anual, pero en agosto la inflación acumulada en doce meses llegó a 9%. En Reino Unido, Noruega y Suiza, todo indica que mañana jueves 22 de septiembre los respectivos bancos centrales también anunciarán alzas considerables en sus tasas de política monetaria.
Sin embargo, son la eurozona y Japón los que sentirán mayormente la presión tras el alza de tasas de Estados Unidos. En Japón, el banco central se ha rehusado a subir tipos de interés, lo que ha llevado a la moneda local, el yen, a mínimos no vistos en 24 años. En mi opinión, la estrategia de ese país no es sostenible. Probablemente veremos una intervención cambiaria dentro de muy poco y, más temprano que tarde, el Banco de Japón deberá ceder. En la eurozona, el Banco Central Europeo (BCE) ha tardado en incrementar las tasas, lo que ha golpeado al euro e incrementado la inflación. El problema principal para subir tipos está en el alto nivel de endeudamiento de países como Italia y España, lo que los expone a niveles insostenibles de deuda si los intereses que deben pagar se disparan.
En el caso de Chile, el Banco Central (BC) comenzó a subir su tasa rectora hace más de un año, anticipándose a las economías desarrolladas. Esto lo deja en una posición más cómoda que el BCE. El dólar ha cotizado alrededor de los 940 pesos antes del anuncio de la Fed y es altamente probable que el alto valor que ha alcanzado haya sido una de las razones que llevaron al BC a subir la Tasa de Política Monetaria en un punto porcentual este mes, dejándola en 10,75%.
El dólar podría perfectamente seguir subiendo en la medida que el mercado incorpore la mayor probabilidad de incrementos de tasas más elevados, prolongados y duraderos en Estados Unidos. En cualquier caso, la intervención cambiaria del BC sigue vigente hasta el 30 de septiembre y la institución continúa disponiendo de instrumentos para controlar la volatilidad de la moneda local.
Para concluir, mayores tasas en Estados Unidos forzarán a la mayoría del resto de los bancos centrales a subir sus propios tipos de interés. Esto hará más caro el acceso al crédito y puede provocar contracciones severas en algunos países, lo que se traducirá en menor actividad y desempleo. Cada banco central deberá calibrar el uso de sus instrumentos de manera adecuada para evitar golpes muy bruscos, teniendo en cuenta factores adicionales como el estado de la balanza comercial y el nivel de deuda en moneda extranjera. El lado positivo será el control de la inflación, que en gran parte del mundo lleva ya mucho tiempo por sobre sus niveles normales. Evitar un ajuste que puede ser doloroso hoy, probablemente sólo lleve a tener que realizar ajustes incluso peores en el futuro.
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