En las últimas semanas hemos visto un intenso debate sobre qué sistema de pensiones debería implementarse en Chile. Uno de los principales aspectos discutidos ha sido si los ahorros previsionales deberían formar parte de la herencia de un afiliado que fallece. La gente es consciente sobre la importancia de legar sus activos, sin embargo destina muy poco tiempo a preparar el proceso.
A diferencia de Estados Unidos, en Chile no es frecuente escuchar que las personas, a medida que se acercan, por ejemplo, a la edad de jubilación, tengan hecha una planificación exhaustiva respecto de lo que ocurrirá con sus bienes en caso de fallecimiento. Pareciera que en Chile existe la percepción de que dejar hecho un testamento es algo sólo para personas de muy alto patrimonio.
En Estados Unidos, una encuesta hecha por Gallup el año pasado estimó que el 46% de los habitantes de ese país tienen un testamento que describe qué hacer con su herencia. En Chile, probablemente esta cifra no llegue al 10%.
Sin embargo, como cualquier abogado dedicado al tema podría atestiguar, los conflictos que surgen en las familias chilenas cuando existe una herencia, sin importar su tamaño, son extremadamente comunes, y llevan muchas veces a que el proceso de posesión efectiva de los bienes por parte de los herederos tome más tiempo del que habría sido necesario en caso de existir un testamento claro. Además, parte de la herencia termina destinándose al pago de gastos legales. En resumen, se recibe menos y más tarde.
En Chile hacer un testamento es extremadamente sencillo. Es cierto que la ley impide disponer de los bienes libremente: un 75% debe ser repartido a familiares. Sin embargo, existe un 50% del que se puede disponer con relativa libertad, incluyendo un 25% del total del que se puede disponer libremente, denominado cuarta de mejoras. Asimismo, mientras más joven sea quien firma un testamento, menor es la probabilidad de que sea impugnado (lo que, nuevamente, implicaría costos legales o demoras). Por último, poner en conocimiento a los beneficiarios del testamento otorga una mayor certeza jurídica de que la voluntad del causante será respetada.
Existen varias ventajas de suscribir un testamento. La primera, obviamente, es poder disponer de los bienes propios con mayor libertad. En segundo lugar, se pueden reducir los costos que conlleva la herencia. Aquí podemos incluir los gastos legales que muchas veces surgen cuando hay disputas. Adicionalmente, se goza del beneficio de elección del albacea o ejecutor testamentario, quien tendrá a cargo la distribución de bienes del difunto acorde a lo establecido en el testamento y conforme a las demás normas legales. Además, una adecuada planificación puede hacer uso de ventajas tributarias que permitan que una mayor proporción de lo testado llegue efectivamente a los herederos.
Al hacer un testamento también se puede hacer una consolidación de activos —propiedades, depósitos en distintos instrumentos, acciones, joyas y otros— lo que permite tener un panorama completo de la situación financiera de quien hace el testamento. Esto facilita que, con ayuda profesional, la persona planifique adecuadamente cómo invertir sus recursos, teniendo en cuenta también los gastos en que pretende incurrir. Por ejemplo, un asesor profesional puede ayudar a responder la pregunta, una vez consolidados los activos y calculado su valor total, sobre qué porcentaje de ellos le gustaría a la persona heredar a sus familiares o a otras personas.
La planificación patrimonial también entrega la posibilidad de donar a organizaciones que la persona valore. De hecho, esto sólo puede hacerse mediante testamento, puesto que ninguna organización podrá reclamar parte de una herencia de no mediar un testamento que se la adjudique. Estoy seguro de que a mucha gente en Chile le gustaría donar parte de su herencia a instituciones u obras que consideren valiosas, pero no saben cómo hacerlo o simplemente no se lo plantean. Sin embargo, el proceso es muy sencillo.
Hoy en día ya existen empresas de la industria financiera que, aprovechando la tecnología, han incluido en sus servicios de planificación patrimonial testamentos personalizados y notarizados. Es de esperar que esto permita que más y más personas accedan a este tipo de servicios, ahorrando costos y malos ratos a sus seres queridos, y permitiéndoles además contribuir con organizaciones que valoran y a las que quieren legar parte de sus bienes.
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