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La propuesta de Nueva Constitución (NC), entregada el 4 de julio por la
Convención Constitucional, será aprobada o rechazada este 4 de septiembre
en un plebiscito único.
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Un estudio de Tresquintos muestra que una mayoría de constituyentes (117)
está a la izquierda del centro político.
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Las encuestas periódicas que se han publicado muestran que la mayoría
rechazaría la propuesta, pero estas encuestas no son probabilísticas.
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La participación electoral será más alta que en elecciones anteriores:
estimamos que 2,4 millones de personas que no habían participado de
procesos electorales anteriores concurrirían a votar.
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La tasa de aprobación del Presidente Boric, altamente correlacionada con
la proporción que aprueba la NC, se encuentra por debajo de la que
Bachelet y Piñera tuvieron tras el mismo período de tiempo.
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Con todo en consideración, consideramos que una victoria del apruebo no
sería sorprendente.
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Con independencia del resultado del 4 de septiembre, la incertidumbre
persistirá en el mercado.
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Implementar la NC tomará tiempo y muchas materias no están definidas en la
propuesta, quedando en manos del legislador.
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De rechazarse, no es claro qué ocurrirá: probablemente se abra un nuevo
proceso.
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Lograr un gran acuerdo político es una condición necesaria, pero no
suficiente, para observar una descomprensión en las primas por riesgo de
activos financieros y el peso chileno.
- La reforma tributaria será el otro elemento clave.
La Convención y su propuesta de Nueva Constitución
La propuesta de Nueva Constitución, entregada el 4 de julio por la
Convención Constitucional, será aprobada o rechazada este 4 de septiembre en
un plebiscito único. El texto contiene 388 artículos y sería una de las
constituciones más extensas, tanto en Latinoamérica como en la OCDE.
Un ejercicio interesante de posicionamiento político hecho por Tresquintos
muestra que la posición política promedio de los 154 Constituyentes es -0,33
y la mediana -0,47, en una escala de -1 a 1, donde -1 representa el extremo
izquierdo, +1 el extremo derecho y 0 el centro.
Esto muestra que el constituyente promedio tiene una inclinación hacia la
izquierda política: 117 de ellos reciben números negativos.
Las posturas a la derecha del centro quedaron relegadas a una minoría con
bajo poder de negociación.
Entre las críticas a la propuesta, destacan que el Banco Central disminuiría
su independencia, la eliminación del Senado, la regionalización de Chile y
el pluralismo legal, entre otros. Por otro lado, quienes la defienden,
argumentan que permitirá garantizar más derechos sociales por medio de la
implementación de un Estado de Bienestar, de mayor tamaño que el Estado
Subsidiario que tiene Chile hoy en día.
Qué dicen las encuestas
Hay dos características de las encuestas que le restan validez a sus
resultados. La primera es que varias no cuentan con un diseño muestral
probabilístico, restándole validez externa a los resultados. La segunda es
que la tasa de respuesta es baja, y existe una clara autoselección en los
encuestados, quienes podrían ser, naturalmente, individuos más interesados
en los procesos políticos del país. Aun así, creemos que
las encuestas periódicas son útiles para medir tendencias, sobre todo
las que mantienen una base de encuestados relativamente estable. La
siguiente figura recopila todas las intenciones de voto en el plebiscito de
salida reportadas por 15 encuestas distintas. Los resultados muestran que el
proyecto ha perdido apoyo y hoy es más probable que sea rechazado. El número
de indecisos también ha disminuido.
La primera medición de la intención de voto en el plebiscito de salida fue
publicada por Cadem: mostraba que un 56% de los encuestados aprobaría,
mientras que tan sólo un 33% rechazaría. Existe una clara tendencia a la
baja desde que se aprobó escribir una nueva constitución.
Sin embargo, tal como se observa en los gráficos,
las preferencias de los votantes, en casi todas las encuestas, comienzan
a revertirse a medida que, en los plenos, se discuten los informes
propuestos por comisiones.
En nuestra opinión, esto era inevitable a medida que se propusieran medidas
concretas, que difícilmente lograrían apoyos contundentes como el que se
obtuvo en el plebiscito de octubre de 2020.
Las últimas encuestas publicadas el 19 de agosto, horas antes de que inicie
la prohibición de difusión (15 días previos al plebiscito) muestran un
panorama distinto al que se tenía a comienzos de año: en promedio, 38%
aprobaría y 48% rechazaría.
Por su parte, el número de votantes indecisos fue disminuyendo con el paso
de las semanas: comenzó con un promedio de 17% en las primeras encuestas y
finalizó en 12%. Este fenómeno favoreció la opción de rechazo, que aumentó
15pp entre las primeras tres y las últimas tres encuestas; mientras que la
aprobación sufrió una baja de 9pp.
Participación
Varias encuestan muestran que
la participación electoral será más alta que en elecciones anteriores. Primero, el voto es obligatorio y quienes no concurran a las urnas
arriesgan una multa. Segundo, creemos que existe consenso en la mayoría de
la población respecto de la relevancia de esta elección. Tercero, cuando las
elecciones son percibidas como reñidas, la participación aumenta: el valor
del voto marginal crece. Según el Servel, 12 millones de RUT han sido
consultados para conocer su local de votación.
En las últimas 3 grandes elecciones (presidenciales de 2013, 2017 y 2021),
además del plebiscito de entrada 2020, la participación fue de 7,6 millones
de personas en promedio. Siendo conservadores,estimamos que 2,4 millones de personas que no habían participado de
procesos electorales anteriores podrían votar el domingo 4.
Por esto mismo, si bien consideramos que la balanza está inclinada hacia
el rechazo, la aprobación del texto no sería del todo sorpresiva.
Las encuestas, si bien en algunos casos han logrado acertar a los resultados
de elecciones, ahora enfrentan el desafío de estimar la intención de voto de
ciudadanos cuyas preferencias son relativamente desconocidas.
La aprobación presidencial
La tasa de aprobación del Presidente Boric se encuentra por debajo de la
que Bachelet y Piñera tuvieron tras el mismo período de tiempo. Esta es una dificultad adicional para que la NC sea aprobada. Además, el
panorama económico local y global no es el mejor. De hecho, una recesión en
Chile en el corto o mediano plazo es bastante probable.
Esta baja aprobación es resultado también de un cambio estructural en el
apoyo de los ciudadanos a la dirigencia política, la cual se ha
desprestigiado en los últimos años.
En cuanto al efecto de la aprobación presidencial sobre la aprobación de la
propuesta de constitución, si bien el efecto no es claro,
se ha observado una alta correlación entre ambas.
El día después
En nuestra opinión, independientemente del resultado del 4 de septiembre,
la incertidumbre persistirá en el mercado.
Por un lado, si se aprobara la NC, primará la incerteza sobre cómo se
aplicarán e interpretarán diversos artículos (sistema político, derechos de
concesiones mineras, derechos de agua, tierras indígenas y sistema judicial,
entre otros). Por otro lado, de rechazarse, el rol del gobierno y los
líderes políticos será fundamental para lograr un gran acuerdo sobre qué se
hará con la constitución actual.
Consideramos que lograr un gran acuerdo político es una condición
necesaria, pero no suficiente, para observar una descomprensión en las
primas por riesgo de activos financieros y el peso chileno.
El plebiscito de entrada mostró que la mayor parte de la ciudadanía quiere
cambiar la constitución actual, pero eso no significa que exista acuerdo
sobre qué tipo de constitución debería reemplazarla.Un nuevo texto aprobado por una mayoría transitoria no generará la
estabilidad legal que se necesita para atraer inversión de largo plazo.
Cualquiera sea la fórmula elegida para redactar algo nuevo, deberá buscar
mayorías sólidas que puedan prevalecer en el tiempo.
Avisos Legales
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