La compañía es una plataforma tecnológica de asesoría financiera apoyada por un motor de inteligencia artificial. Según explica Vito Sciaraffia, CEO y socio fundador de Altafid, se trata de un servicio de asesoría completo, incluyendo la arista de inversión y la de servicios financieros. La idea, explica en entrevista con Funds Society, es conectar a los inversionistas con la industria tradicional de la forma más eficiente posible.
Sciaraffia enfatiza en que Altafid no maneja instrumentos propios y no tiene la autorización para mover recursos de sus clientes u ejecutar transacciones, sino que se encuadran como un asesor de productos y de servicios financieros.
El modelo de la fintech, según explica su principal ejecutivo, permite a los inversionistas que tienen un patrimonio de 100.000 dólares –el monto mínimo para operar en la plataforma– acceder a una asesoría al nivel de la recibida por instituciones que administran más de 100 millones de dólares.
Con el rol fiduciario en el corazón del modelo, Sciaraffia describe un mecanismo que permite alinear los resultados de los asesores y la plataforma con la del cliente, a través de la tecnología.”.
Una vez que el Wealth Consultant diseña una recomendación de planificación financiera para un cliente, es contrastada por el motor de inteligencia artificial con la oferta similar disponible. Si es que el motor arroja alternativas mejores que las seleccionadas, el asesor debe explicar su selección. En el caso de que Altafid considere que la respuesta es “insatisfactoria”, describe el CEO de la firma, no se entrega la recomendación al cliente.
Además, el ejecutivo destaca que la firma cuenta con un pacto de accionistas, “para que no hayan desvíos, porque lo que nosotros ganamos está alineado con lo que el cliente gana”.
En esa línea, asegura que los asesores de la firma están en perpetuo proceso de revisión de los nuevos productos y soluciones financieras que aparecen en la industria. “Cualquier cosa nueva que aparece, evaluamos si es mejor que lo que estamos ofreciendo. Si la respuesta es sí, armamos un convenio con esa empresa y negociar el menor precio posible para el cliente”, indica.
“Es una revolución que nosotros estamos partiendo, y lo queremos partir desde Latinoamérica, porque muchos de nosotros somos de Latinoamérica y creemos que ahí podemos hacer una real diferencia”, dice el CEO de la fintech.
“Nos estamos adaptando a la realidad particular de todos los países”, adelanta Sciaraffia, buscando las áreas en que los activos están “atrapados”, como el modelo de AFP en Chile. La idea, dice, es operar como asesor dentro de ese marco específico con su modelo, dentro de los próximos seis meses.