En un entorno cada vez más regulado, competitivo y centrado en el cliente, los asesores financieros no solo están llamados a diseñar buenas estrategias de inversión, sino también a monitorear en tiempo real que esas estrategias se mantengan dentro de los marcos legales, éticos y personalizados que exige el mercado. Ya no basta con conocer el perfil de riesgo de un cliente al momento de la contratación: es necesario vigilar que cada movimiento financiero se mantenga alineado con ese perfil, incluso meses o años después.
Business alerts: la torre de control del asesor moderno
Aquí es donde entran en juego las business alerts: notificaciones automáticas que permiten al asesor detectar desviaciones, irregularidades o incumplimientos con rapidez. En la práctica, estas alertas actúan como una torre de control que avisa si un cliente está tomando riesgos excesivos, si hay un rebalanceo pendiente, o si el portafolio se ha desviado de los parámetros acordados. Son, en esencia, una herramienta de gestión proactiva.
Cumplimiento normativo y confianza del cliente: dos caras de la misma moneda
¿Por qué es tan importante esto en Chile hoy? Primero, por cumplimiento: la Norma de Carácter General N° 502 de la CMF exige que los asesores financieros mantengan un monitoreo constante del perfil de riesgo de sus clientes. Segundo, por confianza: un cliente bien informado, que sabe que su asesor actúa con rigor y transparencia, es un cliente que permanece. Y tercero, porque el entorno actual -con mercados volátiles, cambios regulatorios frecuentes y mayor conciencia del riesgo- exige mayor sofisticación en el servicio.
Altafid: tecnología al servicio de la asesoría inteligente
Frente a esta realidad, soluciones tecnológicas como la plataforma de Altafid marcan una diferencia concreta. Este sistema permite no solo identificar en qué momento un cliente se desvía de su perfil de riesgo, sino también proponer acciones de rebalanceo automatizadas para volver a la estrategia acordada. De este modo, el asesor no reacciona tarde, sino que anticipa. Y eso, en un entorno donde los errores se pagan caro, es una ventaja competitiva.
La asesoría financiera del futuro no es solo más personalizada; también es más automatizada, más rigurosa y alineada con el cumplimiento normativo. Incorporar sistemas de business alerts no es un lujo, sino una obligación práctica para cualquier asesor que quiera escalar su negocio con profesionalismo.
Porque al final del día, lo que está en juego no es solo el patrimonio del cliente, sino la reputación y sostenibilidad del asesor. Y en tiempos de mayor fiscalización, transparencia y empoderamiento del inversionista, estar un paso adelante ya no es opcional: es lo mínimo.